Cualquier detalle, por insignificante que parezca (una flor, las sombras que forman los rasgos de la cara según su expresión o las que forman las arrugas de la ropa, la luz de las pupilas o el reflejo del agua,..) cobra mucho más sentido cuando tratas de plasmarlo sobre un lienzo o papel, sirviéndote únicamente de un pincel y varios colores con los que dar forma y volumen a partir de combinar sus tonalidades claras y oscuras. A veces ocurre que, cuando miras a tu alrededor, piensas cómo sería dibujar alguna de esas cosas. Creo que solamente los artistas poseen esa sensibilidad que todos deberíamos tener para apreciar la vida en su totalidad, observando cada detalle y disfrutando de cada momento como si más tarde quisiéramos plasmarlo para no olvidarlo nunca...
Secciones de mis últimos cuadros al óleo durante su proceso:
Figura 1
Detalle: trenza de una niña. Fuente: elaboración propia (2015)
Figura 2
Niña a la sombra de un almendro. Fuente: elaboración propia (2015)
Figura 3
Luces en la cara de un niño (mi hermano de pequeño). Fuente: elaboración propia (2014)
Figura 4
Mi hermano y yo en el patio de mi abuela. Fuente: elaboración propia (2014)
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